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Juan Carlos Alonso de Mena, profesor de Tecnología de instituto y organizador del Dorkbot de Madrid
El mundo mágico de la tecnología
El autor explica en esta columna la necesidad de que los jóvenes conozcan las nuevas tecnologías desde sus tripas, tal como sus padres aprendieron a sumar y restar y calcular raíces cuadradas con lápiz y papel antes de usar las complejas calculadoras. De lo contrario, advierte Alonso de Mena, la tecnología se convertirá en algo mágico para ellos y cederán su control a 'los brujos', que les podrán manipular fácilmente tanto en el campo económico como social. El autor propone, para no caer en esta situación, un plan de formación tecnológica serio, estable e independiente de los vaivenes políticos; sólo así, asegura, podremos dejar de ser un país de servicios y pasar a ser un país exportador de inteligencia. Juan Carlos Alonso de Mena es licenciado en Física Cuántica, profesor de la asignatura de Tecnología en un instituto madrileño y coorganizador del Dorkbot de Madrid, una reunión mensual de aficionados a la robótica que se celebra en las principales ciudades del mundo.
Fecha de publicación: 14 de junio de 2007 "Si no somos capaces de evitarlo, nuestros hijos habitarán un mundo mágico"
La Tercera Ley de Arthur C. Clarke: "Cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia" puede conjurar sugerentes visiones de un futuro novedoso en el que la humanidad disfrutará de posibilidades apenas soñadas. Pero para mí las implicaciones son mucho más próximas y perturbadoras: nuestros hijos habitarán un mundo mágico. Esto es, si no somos capaces de evitarlo.
Y no se trata de renunciar a un progreso acelerado y al evidente bienestar que conlleva. No voy a llorar por los bosques talados, ni por la pérdida de diversidad cultural: es la magia lo que me preocupa ahora.
Sin una preparación adecuada, cuando la tecnología se extiende y sus nuevos desarrollos se incorporan cada vez más rápidamente a la práctica cotidiana, pronto se convierte en "suficientemente avanzada" para una mayoría que la usa sin entenderla.
Se dice que las nuevas generaciones se mueven como pez en el agua en este torrente tecnológico, pero en realidad lo que dominan es su carácter mágico. Unos ejemplos: con los conjuros apropiados, pueden hacerse presentes a distancia, compartir recuerdos e intercambiar mensajes.
"Se dice que las nuevas generaciones se mueven como pez en el agua en este torrente tecnológico, pero en realidad lo que dominan es su carácter mágico"
Siguiendo los rituales propiciatorios oportunos, cambiarán el formato de sus archivos de imagen y sonido y, si los dioses son propicios, podrán reproducirlos en diferentes artefactos.
Tras superar varias pruebas iniciáticas, accederán a poderosas fuentes de poder que les permitirán obtener fácilmente grandes éxitos en los nuevos videojuegos, lo que aumentará su prestigio y popularidad.
Mientras tanto, sus mayores reproducen letanías donde el "amén" se ha sustituido por el "click en Aceptar", y el uso de cifras cabalísticas materializa el último modelo de mega-pantalla plana en su propio domicilio.
Lo mágico ofrece resultados maravillosos sin los pasos intermedios que los explicarían: tiene truco, nos esconde la cadena de relaciones que daría sentido al proceso. Pero no importa, simplemente funciona y no tenemos tiempo para explicaciones. Además, ¿qué puede pasar? Los cuentos tradicionales nos dan una pista: nadie recibe nada por nada y la magia suele tener efectos secundarios indeseados.
Efectos secundarios.
Consecuencias del desajuste entre el uso y la comprensión de las tecnologías son:
El timo y la estafa, primos cercanos de la magia.
La indefensión que favorece la creación de mercados esclavos con opciones de elección limitadas (caso de los sistemas operativos y suites ofimáticas, o los proveedores de acceso a Internet).
La incapacidad de evaluar las implicaciones políticas y sociales de las decisiones que afectan a las tecnologías emergentes permite que grupos de presión consigan favores difícilmente conciliables con el interés general (caso de las patentes o las entidades de gestión de derechos de propiedad intelectual).
Se imponen necesidades y ciclos de vida artificiales en un mercado que necesita una perpetua renovación para mantener sus beneficios (caso de cualquier hardware informático o audiovisual).
Se dificulta la investigación e innovación, se frena la competitividad y se perpetúa una tradición de economía de servicios, más dependiente de los que sí crean riqueza industrial consolidada.
Situación actual de la educación tecnológica
La única manera eficaz de evitar que la tecnología resulte "suficientemente avanzada" para sus contemporáneos consiste en preparar a los ciudadanos con una educación tecnológica temprana.
En España, como en tantos otros campos, los trabajos de pioneros y precursores como Ramón Gonzalo, sólo se traducen a la práctica docente de forma muy tardía.
"La única manera eficaz de evitar que la tecnología resulte mágica para sus contemporáneos consiste en educar a los ciudadanos desde edades tempranas"
Desde su implantación en la Enseñanza Secundaria Obligatoria, los docentes y alumnos hemos padecido innumerables vaivenes de dudoso origen, con cambios en su relevancia, estructura y contenidos casi sincronizados con cada cambio en el color político del gobierno de turno.
Los cambios se suceden y vienen impuestos sin consultar a los profesionales que tienen la información real y directa de lo que ocurre en las aulas.
Así resulta imposible asentarla en un corpus coherente y adecuado a los ritmos de aprendizaje. Si además las dotaciones materiales no van acompañadas de unos recursos humanos mínimamente realistas, no se pueden renovar eficazmente los contenidos.
Es necesaria una perspectiva a largo plazo y una flexibilidad que permita autorregular y afinar con el uso la enseñanza de la tecnología. De seguir así, nuestros hijos vivirán un mudo mágico en el que habrán perdido el control que da el conocimiento.
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