Tecnología antidroga
La experiencia es un factor importante a la hora de detectar droga oculta, pero no lo es todo. De no ser por las tecnologías, muchos de los alijos no podrían ser descubiertos. Es lo que ocurre con los escáneres. Estos aparatos son el tercer ojo de los agentes -el cuarto son los perros antidroga- y permiten diferenciar qué es lo que hay en el interior de cualquier maleta que pasa por un aeropuerto o puerto. «Con los escáneres móviles podemos ver qué es lo que hay en el interior de una maleta y, en el caso de observar algo sospechoso, la apartamos para luego registrarla junto al dueño». Trabajan con gamas de colores y, gracias a esto, pueden distinguir qué es lo que hay dentro de un bote de colonia o en varias cajas cuyo contenido es «sospechoso». Pero el tiempo es oro y en tan sólo unos segundos han de observar, distinguir y descubrir algo que las haga gritar al compañero que está al otro lado de la cinta: «En la maleta rosa hay paquetes sospechosos, apártala».
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