lunes, 10 de octubre de 2005

Los proyectos de alta tecnología ocupan en Valladolid a cerca de tres mil trabajadores

Sólo les ha faltado ponerlo en la sección de Tecnología, el resto está muy bien


Los proyectos de alta tecnología ocupan en Valladolid a cerca de tres mil trabajadores


La economía vallisoletana asienta sus bases en la producción agraria, en la industria y en la construcción, pero en los últimos años del siglo pasado comenzó a desarrollarse en las empresas una filosofía basada en la aplicación y en el desarrollo de técnicas recientes.



El proceso de generación tecnológica ocupa muchos campos de la economía moderna, pero en Valladolid se centra en el sector del transporte con tecnologías que ponen en marcha los avances más recientes en la automoción, en los ferrocarriles y en la aeronáutica.

El uso de estas técnicas ocupa a cerca de tres mil trabajadores vallisoletanos entre empleo directo e inducido, algunos dependientes de grandes grupos multinacionales y otros, en las plantillas de pequeñas y medianas empresas. Según los sindicatos, la especialización y la tecnología «es una de las posibles herramientas frente a la deslocalización de empresas. Ofrece mayor seguridad y estabilidad a los proyectos», señala Juan José García, de Comisiones Obreras.

Automoción

Acaba de cumplir cuarenta años y, en plena madurez, se ha convertido en una de las piezas claves del entramado de empresas y factorías del grupo Renault. Las piezas creadas en las cadenas de la factoría de Motores se reparten por todo el planeta. Un pequeño propulsor de gasóleo, denominado K9, se ha convertido en uno de los éxitos de la firma del rombo y gran parte de los vehículos del grupo montan este motor fabricado en las instalaciones de la carretera de Madrid.

La factoría construye otro motor de gasolina, pero el creciente aumento de los automóviles movidos con gasóleo, que ya supera la mitad del parque nacional, hace que sean el K9 y sus versiones las estrellas de la producción.

Renault anunció el viernes una inversión de 13 millones de euros en la instalación de nuevos bancos de pruebas para la factoría que surte de motores a las fábricas de Renault, a las de Nissan y Dacia (Rumanía) además de a Samsung en Corea del Sur. Se venden también motores para Suzuki, tanto para su fábrica española de Linares como para las de Japón.

La puesta en servicio de estos nuevos bancos de pruebas para asegurar la calidad del producto terminado han requerido tres años de trabajo y una inversión superior a los cuatro millones de euros. Frente a las dificultades de la otra factoría de Renault en Valladolid, la de Montaje Carrocerías por la crisis de ventas del modelo Modus, Motores prevé superar este año las 1,1 millones de unidades fabricadas.

Aeronáutica

Si los motores ligeros de los automóviles se fabrican cada vez con más componentes de aluminio para reducir su peso, los aviones abandonan este metal por combinaciones que faciliten el vuelo sin que las cabinas pierdan las características de durabilidad y resistencia. El proyecto Airbus 380, el avión de pasajeros más grande del mundo, cuenta con piezas 'made in Valladolid'. En el parque tecnológico de Boecillo, la firma Aries Estructuras Aeroespaciales Sociedad Anónima (Aresa), ultima la puesta en marcha de una factoría que surtirá a la constructora aeronáutica de parte de las costillas de la cabina y del timón de profundidad de la cola del gigante aéreo del transporte de viajeros.

Aresa es una de las firmas del rosario de proveedores de los componentes del avión. Tiene contratada la fabricación de piezas para el Airbus A-380 por valor de 550 millones de euros para los próximos veinte años, aunque confían en que los programas tengan una vida más larga.

La empresa calcula de ochenta a cien puestos de trabajo directos a plena producción y trescientos indirectos. En el primer año de fabricación se construirán piezas que podrán ser ensambladas en quince A-380.

Desde un cicerone para el Museo de la Ciencia de Valladolid a un dispensador de medicamentos para una farmacia o un medidor de fachadas. El Centro de Automatización, Robótica y Tecnologías de la Información de la Fabricación (Cartif) amplió el año pasado sus instalaciones y duplicó el espacio disponible para la investigación de nuevas aplicaciones para la industria, sobre todo centrado en el sector de la agricultura y de los servicios.

El centro ha pasado de una plantilla de 134 empleados en el año 2000 a casi dos centenares este año. Concentrado en la asistencia técnica, de sus laboratorios han salido algunos prototipos robóticos que buscan la eficiencia en los procesos industriales mediante la automatización.

Junto al anterior, en el parque tecnológico de la provincia también se halla instalado el Centro de la Fundación para la Investigación y Desarrollo en Automoción (Cidaut) que ha elaborado planes para la industria automovilística y aplicaciones informáticas que permiten, por ejemplo, la conducción automática del vehículo.

Terra Actualidad - Vocento/VMT


http://actualidad.terra.es/provincias/valladolid/articulo/valladolid_proyectos_alta_tecnologia_ocupan_532837.htm

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