Una vez más, un avance tecnológico que no se pone como tal, sino en "sociedad"-->tráfico (los huracanes no los ponen en la sección de meteorología, ¿por qué sí desubican la tecnología?)

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La tecnología al servicio de la vida
Tráfico y la Universidad de Valladolid desarrollan un nuevo sistema que no permite arrancar el coche si se ha bebido
A no tardar mucho tiempo, todos los conductores de mercancías peligrosas y de vehículos de pasajeros deberán someterse a una prueba de la alcoholemia si quieren poner en marcha su vehículo. Esto es ya una realidad, desarrollada en España por el Grupo Tecnología del Tráfico y el Departamento de Toxicología de la Facultad de Medicina de Valladolid. Su nombre es comercial es 'Alcolock', aunque es conocido como etilómetro de interrupción de encendido.
COLPISA./MADRID


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NUEVAS TECNOLOGÍAS
El dispositivo: A los radares móviles y los fijos de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil se suma una nueva tecnología que permite grabar, en marcha y a larga distancia, las infracciones cometidas segundos antes.

Su funcionamiento: El aparato, denominado 'Dúo', está integrado por una cámara de televisión y un iluminador de infrarrojos. Se instala, a modo de periscopio, sobre los luminosos del coche patrulla. La imágenes, captadas de día o de noche, se envían a una pantalla ubicada en el salpicadero. Si el agente aprecia una conducta peligrosa o irregular oprime la función de grabar. El sistema capta las imágenes desde ese momento y guarda las recogidas desde 30 segundos antes.

Su efectividad: El equipo puede llegar a captar imágenes, hacia delante o hacia atrás, en una distancia de 1 kilómetro con luz de día y de 80 metros con el infrarrojo.

Su precio: La Guardia Civil está empleando a modo de prueba estas cámaras, cuyo valor está sobre los 14.000 euros.

Forma parte de una prueba de la Comisión Europea, en la que participan Alemania, Noruega, Bélgica, España y Holanda, para garantizar la seguridad en los vehículos de transporte de mercancías peligrosas o pasajeros. A simple vista parece un alcoholímetro de aire espirado de los utilizados por los agentes de tráfico. Sin embargo, el sistema es más complejo.

Prueba al volante

«No es para que la gente deje de beber, sino para no conducir bebido», según explica Leopoldo Bermúdez, director de Organización de GTT. Cada vez que el conductor se pone al volante tiene que soplar en el aparato. Si no supera el mínimo permitido, el vehículo puede ponerse en marcha. En caso contrario, un sistema electrónico anula el contacto.

Francisco Bermúdez, consejero delegado de la firma, indicó que, como si de un tacógrafo se tratara, el aparato graba la hora y el grado de alcoholemia del conductor, si da positivo o negativo. En caso de que el vehículo se cale no es necesario que el conductor vuelva a someterse a la prueba.

Para realizar el estudio, GTT y la Universidad de Valladolid trataron de contactar con empresas de transporte por carretera. Tan sólo La Regional V. S. A., que cubre diversas líneas desde la capital pucelana, se ofreció llevar los 15 etilómetros de interrupción de encendido.

Según Leopoldo Bermúdez, el estudio se completa con una encuesta entre conductores y viajeros, «que muestran su satisfacción por saberse más seguros».

Estos aparatos, cuyo precio ronda los 600 euros, se convierten en un antirrobo eficaz. Sin el etilómetro enchufado no puede ponerse en marcha el vehículo.

Si la Comisión Europea ve resultados positivos de estos sistemas, los etilómetros de interrupción de encendido serán obligatorios en todos los países de la Unión Europea.


http://www.larioja.com/pg051009/prensa/noticias/Sociedad/200510/09/RIO-SOC-063.html