jueves, 25 de agosto de 2005

TECNOLOGÍA EN PRENSA: - EL MUNDO | Suplemento nuevaeconomia 287 - LAS GRANDES SUPERFICIES PREFIEREN 'COBRAR A DEDO'

El problema que tenemos en la Tecnología es que estamos tan presentes que no se nos ve.
Esta noticia es un ejemplo de cómo una noticia de un avance TECNOLÓGICO se ofrece como algo distinto (en este caso económico, cuando el avance es una forma tecnológica de pago y nada económico...)
A ver si la prensa se enterara y consiguiéramos evitar analfabetos tecnológicos, tal como apunta que se creará con la LOE (según proyecto ley de JULIO, tocando agosto) donde se humilla la tecnología quitándola de la formación obligatoria ¡SI LARRA LEVANTARA LA CABEZA!
http://telva.elmundo.es/suplementos/nuevaeconomia/2005/287/1123970403.html


EMPRESAS
LAS GRANDES SUPERFICIES PREFIEREN 'COBRAR A DEDO'
Los clientes de una cadena de supermercados alemana podrán abonar sus compras simplemente con la huella dactilar

Por Silvia Román / Berlín


Los supermercados Edeka utilizan escáneres digitales para los pagos. / E. LESSER / AFP
Click y ya está. Ni rebuscar el monedero en el fondo del bolso, ni hurgar largo rato en los bolsillos, ni rezar para que la tarjeta de crédito no esté rayada... Los clientes de la cadena de supermercados alemana Edeka sólo tienen que mover un dedo (y nunca mejor dicho) para abonar sus compras. Simplemente ponen su yema sobre un pequeño escáner que lee su huella dactilar y que les factura lo consumido en su cuenta bancaria.

Para poder utilizar este sistema, los compradores de Edeka tienen que pasarse antes por uno de los establecimientos, dar su nombre, número de carné de identidad y detalles bancarios, y después...empezar a gastar. Este innovador sistema de pago electrónico ha sido probado con éxito durante cuatro meses en la localidad de Rülzheim (suroeste de Alemania) y ahora se ha instalado en todo el Land o Estado federado de Renania-Palatinado (en seis supermercados en menos de dos meses), para extenderse posiblemente por todo el país.

Ahora bien, ¿qué pasa si dos personas tienen una huella digital similar? Según los estudios realizados por la propia cadena, existe una opción entre 220 millones de que coincidan las impresiones de los dedos de dos clientes. Cuando, a su vez, está comprobado que los consumidores tardan con facilidad hasta 40 segundos para sacar, contar y entregar el dinero de su compra doméstica al cajero o cajera.

Menos colas para los clientes y más opción de ventas para la cadena. Estos serían dos de los objetivos a conseguir en un país donde el consumo interno está de capa caída. Pero no es sólo que los germanos estén poco animados a comprar, sino que las tiendas en la República Federal cumplen un estricto horario que tampoco ayuda a impulsar el consumo, pues entre las 18 horas de la tarde del sábado y las 8 horas del lunes siguiente apenas se puede encontrar un establecimiento abierto donde dejarse unos euros.

Por otra parte, se teme que haya muchos ciudadanos que se resistan a aportar información privada a la base de datos de una cadena de supermercados y dejar impresa su huella en un escáner cualquiera.

«Las desventajas más serias de esta iniciativa son los riesgos asumen las grandes superficies al reunir tal cantidad de datos privados y el factor de inseguridad que está siempre presente», asegura Evelyn Kessler, portavoz de uno de los centros regionales de Aviso al Consumidor en Alemania.

Los 1.200 euros que costará instalar cada escáner en una caja se amortizarán en nueve meses, según los planes de Edeka, que insiste en que lo mejor del sistema es que «no hay que recordar un número PIN» y, ante todo, que «nadie puede olvidarse el dedo en casa». Ahora bien, alguien sí puede olvidarse de que su cuenta bancaria está en números rojos. Por ahora la cadena alemana no quiere ni plantearse tener ese disgusto.

«Si hacemos una lista de ventajas y otra de desventajas, la primera sale el doble de larga», mantiene la portavoz del Departamento de Marketing de Edeka. «Para empezar, esta iniciativa destaca por el fuerte compromiso con los clientes que adquiere la empresa», añade la portavoz, para concluir: «ahorramos hasta el gasto de tener que poseer una tarjeta de crédito o incluso el de que se te pierda y tengas que hacerte otra».

Puestos a pensar, el consumidor no puede exigir más en aras de su comodidad, aunque otra cosa bien distinta es que se fíe o no del escáner a la hora de pagar, o, mejor dicho, que le atraiga demasiado, le guste la práctica y visite más a menudo ese supermercado.Y ello parece ser lo que pretende la cadena de comercios de esta Alemania del siglo XXI, en plena crisis económica, con el problema del paro bien presente y con los monederos poco gastados de apenas utilizarlos.


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